Maria Teixidor, abogada, presidenta de la comisión de Mujer y empresa – PIMEC y exdirectora del FCB fue una de las ponentes del último SC Trade Center Talks de la temporada que llevaba por título ‘Juegas como una chica’.
Desde su etapa como directiva del FC Barcelona, ¿Cuáles fueron y qué cree que son los principales problemas a los cuales se tienen que afrontar las mujeres?
Desde una vertiente de la dirección o de la gobernanza de las instituciones deportivas, tenemos una carencia de representatividad en las esferas de poder, que todavía impide que nuestra voz se oiga allí donde se están tomando las decisiones. Creo que esta es una asignatura pendiente.
Usted también forma parte de PIMEC. ¿Esto que pasa en la dirección deportiva también se traslada en el mundo de la empresa?
Esa falta de representatividad no es exclusiva del deporte. Creo que está en todas las instituciones y creo que las normativas que se están aprobando, que, de alguna manera, están haciendo hincapié sobre la necesidad de tener más mujeres en órganos de gobierno, van en la línea correcta de dar también en el mundo empresarial esta mayor presencia de mujeres que también es necesaria.
¿Qué le falta a la sociedad para que las mujeres puedan tener esa representación dentro del deporte o la empresa?
Falta apostar y querer provocar este cambio, por eso, la iniciativa legislativa es importantísima, pero se tiene que acompañar de hechos, de la toma de conciencia que esto es importante, con la tranquilidad que todos los datos e informes que se han ido elaborando sobre la participación de la mujer en los órganos de gobierno y en empresas más paritarias e igualitarias, dan como resultado unos mejores resultados económicos. Por una mera cuestión de eficiencia empresarial, tendríamos que estar muy convencidos que este es el cambio correcto. Sí que se están rompiendo techos de vidrio, sí que todo el tema del Barça femenino, por ejemplo, que ha liderado todo el tema del cambio en el fútbol femenino, ha significado un cambio muy grande, pero en realidad, cuando te paras a comparar este cambio, que es grande, es pequeño.
Sí que es cierto qué es un ‘cambio, que es grande, es pequeño’, tal como usted dice.
Tengo la sensación de que hemos puesto una pieza importante en la conversación en uno de los deportes que es líder mundial de audiencias. Se calcula que 4.000 millones de personas en el mundo siguen el fútbol y es la mitad de la población humana. Por lo tanto, es un canal muy bueno para demostrar cambios. Por ejemplo, la polémica de este verano alrededor del mundial y del famoso beso, el que ha hecho es empoderar a muchas mujeres en industrias muy diversas, a reclamar sus derechos. Yo creo que esto es muy importante porque al final visibiliza una posibilidad, que es la de decir basta, y empodera a muchas mujeres a hacer lo mismo en sus áreas. Esta es la lección que tenemos que extraer y que tiene que inspirar a todas las mujeres a ir reclamando esa igualdad efectiva.
¿Por qué decidiste participar en estos SC Trade Talks?
Me lo pidieron y al final a mí me gusta mucho compartir experiencias, y además con componentes como los que hoy tengo, porque al final solo explicándonos las unas a las otras lo que hemos vivido, lo que vemos, lo que ambicionamos y lo que estamos trabajando, podemos hacer red y podemos ayudarnos mutuamente a conseguir objetivos reales.
¿Cuándo leíste el título de la ponencia ‘¿Juegas como una chica’, que te pareció?
Es una frase mítica que utilicé también en el primer gran congreso que hicimos alrededor de los temas del fútbol femenino en el Barça en 2018. De hecho, titulé la ponencia ‘Es fútbol y es femenino’ para reivindicar que este tipo de frases las tenemos que ir eliminando. Y una de las reflexiones que hacíamos entonces, y creo que también está detrás esta frase, es que depende de cómo tú integres estos conceptos, esto será una frase con prejuicios o penetrante. Entonces, si jugar como una chica se convierte a jugar como lo hacen ahora, como por ejemplo la de nuestra selección absoluta ganando mundiales, jugar como una chica es motivo de orgullo.
¿Qué te parece este tipo de iniciativas que unen mujer y deporte?
¡Necesarias, muy necesarias! Las Naciones Unidas lo tienen dictaminado y es uno de los ejes de trabajo más importantes, por ejemplo, lograr los objetivos de desarrollo sostenible. Es un canal de transmisión muy poderoso para toda la sociedad, así que, encuentro que hay que aprovecharlo.
¿Habías estado con anterioridad aquí al Trade?
No, es la primera visita que hago al Trade, no lo conocía, pero las instalaciones están muy bien.
¿Qué le falta al fútbol femenino para tener los niveles de audiencia del masculino?
A las chicas para que se las vea lo único que se tiene que hacer es programarlas y se tendría que programar en la televisión pública, sin tener que pagar, y dándole una máxima difusión. Si pensamos, y esto es un argumento que yo he trabajado mucho, y he ido repitiendo muchísimo en el mercado audiovisual, que se tiene que generar. Creo que se tiene que hacer una apuesta desde la televisión pública para programar el fútbol a diestro y siniestro y desde siempre y tiene que existir el derecho a que se haga lo mismo con el deporte femenino para consolidar audiencias, que al final es de lo que va después poder generar este mercado.
¿Finalmente, las generaciones que suben son más sensibles con el deporte femenino?
Creo que las generaciones que suben lo tienen más fácil en términos de prejuicios que las anteriores. Es decir, no pasa nada si en tu casa dices que quieres jugar a fútbol siendo niña, o no pasa tanto como pasaba antes, y, por lo tanto, hay una aceptación que te permite desarrollarte. También tienes unos referentes que, de alguna manera, están marcando el camino de las posibilidades. Todo esto, junto con una profesionalización de clubes, de ligas y de más, lo que te marca también es que no puede ser un hobby, porque el deporte no tiene que ser solo profesional, pero si quieres, y, ambicionas una profesión en este entorno, tienes esta posibilidad, y creo que las niñas de hoy en día tienen una mirada mucho más completa de posibilidades que les tiene que permitir desarrollarse mejor.